Se me ocurrió convertir una pinza de tender, en un colorido llavero por una razón puramente práctica: Cuando voy a nadar, tengo que llevarme las llaves de la taquilla conmigo, y más de una vez se me han caído, se me han colado por donde no deben y las he perdido.
Con mi llavero–pinza ya no tengo ese problema, engancho las llaves en mi toalla o mis chanclas y a nadar!
Aquí muestro algunos de los diseños de mis llaveros-pinza.
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