Me gustan los cómics inspirados en experiencias personales, autobiográficos o auto terapéuticos. He leído varios, el grandioso “MAUS” sin ir más lejos cumple estas características, así como “Persépolis” o “Fun Hause” de Alison Bechdel, uno de mis preferidos.
Empecé a leer la novela gráfica “Cecil y Jordan en Nueva York” sin saber que también estaba inspirada en la vida de su autora, Gabrielle Belle. Son pequeñas historias aparentemente inconexas, pero según vas pasando páginas vas viendo de que se trata. La autora hace psicoanálisis con sus recuerdos.
Mención especial merece “Mi dolencia”, leyendo te das cuenta de la pedazo de terapia que ha debido suponer dibujar esa historia. Lo bueno es que en ocasiones también resulta terapéutico para quienes la leemos (sobretodo si eres una chica y has sufrido un desengaño).
En definitiva, esta historia surrealista, metafórica y onírica me ha tocado la fibra y coloco el cómic en la estantería de mis preferidos.
Mención especial merece “Mi dolencia”, leyendo te das cuenta de la pedazo de terapia que ha debido suponer dibujar esa historia. Lo bueno es que en ocasiones también resulta terapéutico para quienes la leemos (sobretodo si eres una chica y has sufrido un desengaño).
En definitiva, esta historia surrealista, metafórica y onírica me ha tocado la fibra y coloco el cómic en la estantería de mis preferidos.
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